Cada vez son más las empresas que se interesan por una mejor forma de producir vinos conservando la calidad y las condiciones del ambiente.
Claves y desafíos para una industria en movimiento.
Una regiòn en movimiento
Los productores de vino en nuestro país y en la región se encuentran en un momento crucial, en el cual las innovaciones y nuevas técnicas rivalizan con formas tradicionales de producción.
Efectos climáticos y vino
Ante un 2023 que presentó varias dificultades desde lo climático a la producción vitivinícola, tales como las secuelas de una sequía prolongada e histórica, granizos y duras heladas sumado a los impactos en el mercado interno planteó una serie de desafíos.
Estos elementos tuvieron la fuerza de lograr convencer a las empresas de prestarle atención a los fenómenos climáticos.
En nuestro país, de los principales productores de vino en latinoamérica, se evidenció una suba de las bodegas sustentables certificadas que, además, han contado con el apoyo de organismos de prestigio tales como Wines of Argentina (WofA).
Un panorama positivo
Según informes el mercado vitivinícola viene registrando una expansión, sobre todo a partir de los últimos años.
Se calcula un crecimiento del sector del 8% para 2029.
Producción orgánica
La producción orgánica es un elemento clave para algunos de los grupos productores vitivinícolas más importantes de nuestro país. Es parte de una filosofía que propone valorizar lo puro de la fruta, y su especial terroir.
Los especialistas coinciden en que hoy las condiciones favorables del clima ayudan, pero no logran por sí solas alcanzar una producción exitosa que involucre lo orgánico.
Un mapeo del perfil del suelo, su exploración, y la correcta elección de un marco de plantación, se combinan con técnicas ecológicas e investigaciones en biodiversidad.
Una combinación inteligente
Las empresas y los grupos productores vitivinícolas de la Argentina, con una mentalidad sostenible, y que se suman a la implementación de prácticas orgánicas lo hacen de un modo racional.
Filosofía orgánica y ciencia
Los principales enólogos de los productores vitivinícolas recomiendan una combinación adecuada de prácticas orgánicas con viticultura de alta precisión.
Algunas prácticas aplicadas como la parcialización permiten respetar cada porción de suelo, fragmentarlo, y estudiar la diversidad de cada pequeña parte del viñedo.
Se trata de medir el impacto en medidas más chicas, logrando así un mayor control y precisión.
Optimizar el recurso del agua
La administración y la regulación controlada del recurso del agua son prácticas que ayudan a generar condiciones sustentables.
En una provincia fundamental para la industria, como es el caso de Mendoza, y donde las lluvias son escasas y se depende de la cordillera andina, se implementan novedosos sistemas de goteo y estaciones meteorológicas.
Las innovaciones de esta clase tienen el fin de ayudar en el rendimiento y el uso del agua como recurso.
Eficacia energética
Además del agua, como un recurso clave que hay que cuidar, la electricidad y su consumo es otro factor fundamental.
Es por eso que es importante realizar mediciones de energía en tiempo real, y, además, incorporar planes eficaces.
Este tipo de iniciativas lograron reducir la huella ambiental y obtener un aumento de la producción.
Colaboración global
Uno de los desafíos más grandes para las empresas vinícolas sustentables es transformarse en bodegas con contaminación cero.
Para avanzar a este tipo de objetivos los expertos coinciden en la importancia de tender redes de intercambios y conocimiento que favorezcan instancias de una colaboración global.
Hacia un mundo sustentable
Es crucial la creación y desarrollo de plataformas que permitan la comunicación y la discusión y debate de lo que sucede en la industria del vino.
Tanto a nivel países, regional como internacional con el objetivo de generar políticas y aplicar estándares de calidad universalmente válidos.
Sustentabilidad e industria del vino
La Sustainable Wine Roundtable (SWF) trabaja y convoca a muchas empresas internacionales prestigiosas con el fin de lograr un desarrollo sostenible a nivel mundial en la industria del vino.
Para lograrlo es clave un ambiente participativo y colaborativo entre las empresas, y un mayor compromiso en innovaciones, desarrollo e investigación que favorezcan y contemplen el medioambiente.
Vinificación sustentable
El cambio de paradigma y mentalidad ecológica no se da en poco tiempo. La transformación es gradual y exige tiempo, esfuerzo, inversión y capacidad de adaptación.
Se trata de profundizar en la importancia de las elección responsable para la empresas, en afianzar criterios sustentables que signifiquen también ventajas estratégicas.
