Dentro del mercado agrícola, los cultivos de alto valor empiezan a estar más presentes. Al contar con determinadas particularidades de producción son más demandados por los consumidores, quienes confían en este tipo de alimentos y aceptan invertir más en ellos.
¿Qué son los cultivos de alto valor?
Los cultivos de alto valor o intensivos son productos con una rentabilidad mayor a otros productos. Se trata de alimentos que tienen un valor más elevado en el mercado, debido a que su oferta no supera a la demanda existente. De todos modos, si bien estos productos tienen un valor más elevado, también requieren de una mayor inversión e innovación tecnológica.
¿Qué características tienen los cultivos de alto valor?
Los productos de alto valor son considerados como aquellos alimentos que:
- Tienen un incremento de consumo a largo plazo.
- Aportan beneficios para la salud
- Son rentables.
- Requieren de una inversión sostenida en el tiempo.
Entre estos cultivos, se encuentran el olivo, el almendro, el pistacho, el tomate, el avellano, entre otros.
¿Qué ocurre con el valor de estos cultivos?
Al ser producciones que requieren de inversiones a largo plazo, los precios de estos productos fluctúan constantemente. Y son esas variaciones las que acercan o alejan a los inversores. Especialistas, apuntan que lo mejor en estos casos es pensar acciones estratégicas basadas en tendencias de consumo, mapa y análisis de la competencia y oportunidades de mercado.
¿Qué aspectos condicionan el precio de los cultivos?
Los ciclos de precios están atravesados por:
- La producción global
- El consumo global
- La comercialización y regulación
La producción global
Aspectos de la producción como la sequía, el exceso de lluvias u otro fenómeno natural, impacta directamente en los niveles de producción y, por ende, en el precio del producto.
El consumo global
Las tendencias, prácticas y hábitos alimenticios pueden aumentar el consumo de determinados productos. Tanto las almendras, como el aceite de oliva vienen registrando un mayor consumo y eso los convierten en cultivos intensivos. Asimismo, precios altos bajan el consumo, por lo que se trabaja sobre esos ejes para regular la demanda.
Comercialización y regulación
Acuerdos comerciales entre países y marcos regulatorios, son considerados al momento de invertir. En este sentido, abarcar distintas regiones y geografías, ayuda a prevenir problemas climáticos como sequías o inundaciones y que el proyecto tenga buena rentabilidad.
¿Por qué es importante cultivar alimentos de alto valor?
Este tipo de alimentos colaboran para que inversores pequeños puedan seguir existiendo en el mercado, más aún si no pueden competir con otros productos esenciales a gran escala. Al mismo tiempo, una empresa que trabaja con productos intensivos puede amortiguar los daños económicos provocados por condiciones meteorológicas no deseadas.
¿Cómo acceder al mercado?
Teniendo en cuenta la idea de agricultura sostenible y seguridad alimentaria, muchos consumidores confían más en pequeñas empresas o granjas que utilizan procesos naturales dentro de sus procesos productivos.
Hay ciertas formas de acercar, dar a conocer y posicionar el producto en el mercado. Dichas estrategias incluyen:
-Cooperativas propias de agricultores.
-Trabajo de marketing.
-Marketing aplicado directo a los clientes.
Diferencias entre cultivos intensivos y extensivos
Con el paso del tiempo, las producciones comparten aspectos de la agricultura intensiva y extensiva. Sin embargo, se puede hacer algunas diferenciaciones entre ambas:
-La agricultura intensiva produce en pequeñas parcelas de tierra, mientras que la extensiva hace uso de grandes terrenos.
– La agricultura intensiva utiliza mayor mano de obra e insumos variados. Por su parte, la extensiva intenta aprovechar los recursos naturales.
-La agricultura intensiva requiere una mayor inversión económica para la instalación de sistemas de riego y compra de insumos. La extensiva suele enfocarse en cultivos secos.
-La agricultura intensiva al hacer un mayor uso de los recursos, genera un mayor impacto en el medio ambiente.
Agricultura intensiva y extensiva: efectos
El proceso de producción intensiva prioriza la productividad. En muchos países, la práctica de este tipo de agricultura ha generado deterioros en el suelo, reduciendo su calidad; ha terminado con reservas de agua y ha ocasionado efectos adversos dentro de la biodiversidad.
Teniendo en cuenta tales daños, muchos productores empezaron a observar con tiempo que sus tierras no sirven para producir otros cultivos.
La agricultura extensiva, por su parte, es considerada menos agresiva. De todas maneras, provoca un impacto ya que, al utilizar grandes superficies, genera variaciones en los usos del suelo. Al mismo tiempo que son plantaciones que requieren de mucha agua y dejan menos lugar para la biodiversidad.