El desarrollo productivo orgánico del tomate 

El tomate es uno de los cultivos más importantes a nivel mundial. Asimismo, es una de las producciones que más valor económico aporta al mercado. El proceso productivo contiene algunas ventajas como la fácil adaptación a los suelos, estaciones y sistemas; y esto provoca que este tipo de cultivo tenga un valor diferencial. 

Si bien la mayoría de los cultivos de tomate se realizan al aire libre, el cultivo en invernaderos o túneles de plástico es cada día más utilizado, y brinda la posibilidad de ofrecer productos frescos y de calidad en el mercado local e internacional. 

En el proceso productivo del tomate, los factores y cambios climáticos pueden afectar el desarrollo de la planta en cualquiera de sus etapas.  

¿Qué factores influyen en la producción de tomates en invernaderos?

Clima y suelo

El buen uso de los cambios climáticos es esencial durante el desarrollo del cultivo, ya que el manejo tanto del clima y el suelo resultan claves para controlar los demás factores. 

Temperatura

La temperatura adecuada para el desarrollo del tomate es entre 20 y 25 grados durante el día y entre los 15 y 18 durante la noche. El tomate es un cultivo que necesita de una variación en la temperatura diurna y nocturna y, teniendo en cuenta esto, es esencial plantarlo en las fechas adecuadas. 

La presencia de temperaturas elevadas, provoca daños severos en el proceso productivo y el resultado de un tomate suele ser un fruto en mal estado o cuajado.  

¿Qué se necesita para la plantación de un tomate?

Elegir un lugar adecuado 

Los tomates se desarrollan mejor en suelos francos. De todos modos, se pueden desarrollar en otros tipos de superficies arenosas o arcillosas siempre y cuando, el lugar tenga un buen drenado. Para su desarrollo es fundamental mantener la humedad para que la planta dure hasta la etapa donde da el fruto.

Al momento de elegir el lugar, es esencial que sea un espacio que tenga un buen flujo de aire y un manejo equilibrado de los vientos. Un terreno con una buena corriente de aire, disminuirá las enfermedades en las hojas de los cultivos y ayudará a evitar heladas tempranas.  

Preparar el suelo 

Los suelos se deben acondicionar mediante la incorporación de productos orgánicos y otros cultivos, que actúen de cobertura antes de que se inicie la plantación. 

Los cultivos de cobertura otorgan varios beneficios a la superficie como, por ejemplo, el aporte de nutrientes, eliminación de la erosión, el control de la temperatura, la conservación de la humedad, la reducción de plagas y enfermedades en las plantaciones, entre otros. 

Planificar el sistema de cultivo

Para el cultivo del tomate se emplean diferentes sistemas de producción. La estrategia elegida está atravesada por factores como las condiciones del suelo, la necesidad de utilizar maquinaria, entre otros. 

Siembra directa o trasplantes

Generalmente los tomates comerciales son cultivados en suelos que se producen a través de trasplantes. Sin embargo, hay tomates utilizados para la industria que se cultivan mediante el proceso de siembra directa. 

Elegir la estrategia de siembra directa puede traer algunas desventajas como: mayor presencia de malezas, mayor inversión para preparar el suelo y plazos de siembra más extensos, en comparación con la de los trasplantes. 

Riego

Teniendo en cuenta la dimensión y la profundidad que pueden alcanzar las raíces de los tomates, es fundamental implementar un buen sistema de riego. Un cultivo maduro de tomates puede demandar casi cuatro litros de agua por día. 

Para lograr un buen rendimiento, es esencial mantener los niveles de agua durante todo el desarrollo dela planta. También es importante evitar el exceso de agua, ya que los tomates son plantas susceptibles a las grandes variaciones de humedad.

Uso de almácigos

La producción de tomates destinados al mercado de productos frescos se suele realizar en almácigos. Los almácigos son recipientes donde se realiza la germinación de la semilla para luego trasplantarla. 

El uso de esta práctica genera algunos beneficios como: 

-Logra una producción temprana.

-Produce un buen drenaje de agua en la tierra empleada.

Distancia entre los cultivos  

Una condición importante al momento de planificar una producción de tomates, es la distancia entre las plantas que mejora el tamaño de la fruta. No emplear una distancia óptima entre los cultivos, puede provocar una fructificación fallida y demoras en la maduración.