El riego en la producción frutihortícola

Al igual que otros tipos de plantas, los árboles también pueden y deben recibir sistemas de riego, especialmente los árboles frutales. 

El agua, que es vital para todos los seres vivos, es extremadamente importante en el desarrollo también de los árboles, especialmente aquellos que dan fruto, ya que para que exista una buena formación y producción de árboles frutales, es indispensable cuidar su mantenimiento.

El riego en la agricultura

El riego es una etapa importante de la producción y es un aliado en el crecimiento y la ayuda productiva de una plantación. 

Generalmente, las plantaciones y los campos agrícolas requieren grandes instalaciones y maquinaria, por lo que estos lugares también necesitan más atención, debido a que el riego es algo indispensable para la operación diaria y el buen desempeño de la producción. 

Desde este punto de vista, aspectos como la limpieza de los filtros, la comprobación de la distribución del agua, los sensores de humedad y la monitorización constante, pueden y deben hacerse regularmente ayudando a que no haya perturbaciones.

El riego se puede trabajar de varias maneras, el sistema elegido va a depender del tamaño del espacio, del tipo de suelo o del trabajo que se realizará, ya que es una práctica que abarca desde huertos familiares hasta agricultura.

Tipos de riego

Dentro de los diferentes sistemas de riego se encuentran: 

Superficie: en este sistema el agua pasa a través de canales y es absorbida por el suelo, y el exceso se agota por una zanja. El riego superficial posee determinados beneficios como un mayor proceso de fotosíntesis y menor costo de mantenimiento que otros sistemas.

Rociador: se utiliza para proyectar chorros de agua. Así como alcanzan cierta altura, regresan al suelo en forma de gotas, simulando una lluvia artificial. Este sistema tiene algunas ventajas como la adaptabilidad a los tipos de suelo, regularidad en el volumen de agua y el empleo en conjunto con la fertirrigación.

Goteo: el agua aquí pasa a través de varios tubos que tienen goteros a lo largo de su longitud, Mediante estas cañerías, el agua sale al suelo y llega a las raíces de las plantas. Este sistema tiene beneficios como el ahorro de energía y mano de obra y la fácil aplicación de fertilizantes. 

Las etapas de riego en la formación del huerto

Las fases del huerto se pueden dividir en 3: 

Fase de siembra.

Fase fisiológica que consiste en la formación del fruto.

Fase posterior a la cosecha.

Fase de plantación

En la fase de siembra, es importante que se redoblen los cuidados para evitar que la planta muera o sufra daños, ya que, debido a que aún se está germinando, es una fase de gran vulnerabilidad. 

Por esto, es importante además del riego, tener los cuidados necesarios para que todo salga bien. De todas formas el riego no debe dejarse de lado, es un procedimiento fundamental para evitar la muerte del fruto.

Fase fisiológica

En la fase fisiológica, como el crecimiento de ramas, frutos y brotes, los árboles frutales son sensibles al estrés hídrico. 

En esta etapa, la multiplicación celular de la planta aumenta, lo que puede afectar el tamaño de la formación, es decir, un sistema de riego adecuado hace toda la diferencia en esta instancia.

Además hay árboles frutales que tienen período invernal, como duraznos, manzanas entre otros, que se llaman frutos de clima templado. En esta fase, el consumo de agua por las raíces es mayor y luego empieza la formación de los frutos.

Fase post-cosecha

La fase después de la cosecha también requiere atención y es un período donde las hojas deben permanecer activas, es decir, no puede haber deficiencia de agua o nutrientes. 

Este es un tiempo de regeneración y preparación para la próxima cosecha, por lo que es un período que requiere cuidados, debido a que la producción futura dependerá de las reservas producidas después de la cosecha.

En líneas generales, la fruticultura es una práctica que siempre debe ir acompañada de un buen sistema de riego. Entre los sistemas más recomendados para este tipo de cultivo se encuentran el riego por aspersión, goteo y riego localizado. 

De todos modos, además del riego, siempre es bueno tener en cuenta también otros puntos de mantenimiento que pueden perjudicar la salud de tu huerto, como plagas, cobertura, entre otros. Prestar atención en estos aspectos es fundamental para lograr buenos resultados.