Reporte Cultivo

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Agro Sustentable

Cómo cuidar la producción agrícola ante la escasez hídrica

Instituciones y productores agrícolas están trabajando en el diseño y la construcción de estructuras que permitan proteger los cultivos ante la falta de agua. 

Muchos agricultores están trabajando en la transformación del diseño y la gestión de los establecimientos productivos para que puedan enfrentar de una mejor manera las variaciones climáticas

Para ello, hay 3 ejes centrales sobre los que se trabaja y dirigen las acciones: la diversificación de cultivos, buenas prácticas agrícolas y un manejo más eficiente del recurso hídrico.

La clave está en encontrar un equilibrio y atender todos los aspectos involucrados. Con este punto de partida, hay diferentes proyectos que se llevan a cabo y que están destinados a ofrecer soluciones que generen sistemas productivos fuertes y sólidos y que mediante los tres ejes mencionados se puedan mejorar los mecanismos de producción. 

Generar un sistema de producción fuerte y resiliente implica asegurar su capacidad para enfrentar y ajustarse a las condiciones climáticas cambiantes y adversas. El camino de construcción de este tipo de sistemas apunta a convertir el diseño y el manejo en los mismos establecimientos productivos y que sean capaces de enfrentar las variaciones climáticas o los fenómenos naturales graves como las sequías o inundaciones. 

Algunos de estos proyectos se desarrollaron en localidades como Pedegua, Santa María y Panquehue, donde se eligieron predios que sirvieron para hacer las pruebas piloto. En estos espacios se llevaron adelante diferentes acciones vinculadas al manejo y la gestión de frutas y hortalizas. Además, se seleccionaron las especies y variedades que mejor se adaptan a las condiciones del lugar.  

Con la prueba realizada en estos predios se busca demostrar la efectividad de estas estrategias en las condiciones reales. Además, el objetivo es ofrecer a los productores herramientas útiles y conocimientos técnicos que les permitan adaptarse a los desafíos climáticos y de esta forma, mejorar los mecanismos y las etapas de producción haciéndolas más efectivas.  

La idea es que cada productor entienda y conozca qué especies pueden ayudar a hacer su predio, priorizando frutales y hortalizas que tengan mejor adaptación a cada tipo de suelo y a sus condiciones naturales, como así también, a las condiciones de comercialización y de mercado. 

Cuando se habla de diversificación no se limita solo a los cultivos. Algunos productores tienen emprendimientos relacionados al turismo rural que generan ingresos. La idea es conectar estos proyectos con la diversificación productiva, mejorando el sistema existente con la producción de hortalizas o frutales y haciéndolos más eficientes y fuertes.

La diversificación de cultivos permite que el productor pueda estar mejor preparado para enfrentar los riesgos que se pueden suscitar a partir de las condiciones climáticas cambiantes. El objetivo es conservar la productividad, sostenibilidad y capacidad para cubrir las necesidades alimentarias de la región. 

Asimismo, rotar y variar los cultivos arrastra la adopción de prácticas como el manejo del agua, el ingreso de variedades resistentes al estrés hídrico y el diseño de sistemas agrícolas que puedan depender menos del uso y de la aplicación de agroquímicos. 

Las pruebas realizadas se realizaron sobre terrenos que disponían de sistemas de riego. Ante ese escenario, se trabajó con cada agricultor para pensar una guía de acciones que tuvieran en cuenta la rotación de los cultivos y el manejo de algunos recursos naturales. 

La etapa de diagnóstico incluyó la consulta a productores sobre determinadas acciones agrícolas armoniosas con el medio ambiente que utilizan en sus predios y sobre su disposición para aplicar la diversificación de las plantaciones. 

Hay algunos cultivos como la higuera que presenta una importante capacidad para desarrollarse en climas cálidos y secos. En ese sentido, puede ser una buena alternativa para aquellas regiones donde el agua es escasa. 

Por otro lado, la quínoa es un cultivo que tiene un gran valor nutricional. Esta planta ha demostrado ser resistente a la sequía y puede ser una opción efectiva para zonas más secas. 

Estas pruebas y proyecciones forman parte de un paso importante dentro del camino que dirige hacia una construcción de mecanismos agrícolas más sólidos, fuertes y que se puedan adaptar a las condiciones climáticas adversas y severas. 

Con este trabajo, sumado a las buenas acciones dentro de la producción agrícola y el buen manejo de los recursos naturales como el agua y la energía, se pueden lograr importantes resultados y trabajar en disminuir los niveles de inseguridad alimentaria. Actualmente, muchas regiones están atravesadas por esta problemática, por eso es importante emprender el camino hacia una transformación productiva que permita asegurar los alimentos y la buena nutrición de una población.