El impacto y las transformaciones climáticas tienen innegables efectos en el agro. Los cambios extremos y vertiginosos de temperatura modifican el ecosistema y el ciclo de las cosechas. Son extensas las zonas de nuestro país donde los cultivos frutícolas padecen estas problemáticas.
Cambio climático y fruticultura
En Argentina las transformaciones medioambientales invitan a tomar conciencia sobre el desarrollo de tácticas de prevención y cuidado en el cultivo de frutales.
Amenazas y desafíos del sector
Es posible registrar algunas amenazas actuales como fuertes heladas, temperaturas extremas y frecuente granizo.
Además estos eventos son algunas de las alertas e indicadores que no deben subestimarse. Es importante tenerlos en cuenta para el futuro de una producción frutícola ecológica.
Soporte tecnológico
Se recomienda actualmente el uso de packs tecnológicos.
Estos incluyen: protectores y cobertores para las temperaturas extremas y los riesgos de la insolación, además de mallas para cubrirse del granizo y sus efectos dañinos.
Estas últimas a su vez permiten cierto dominio de las heladas.
Producción frutícola, un mapa del territorio argentino
Valle del Rio Negro
Se trata, sin dudas, de las regiones más expuestas al cambio climático y sus consecuencias.
Considerables bajas de temperatura y prolongados granizos. Son fenómenos climáticos en alza.
Los cítricos del litoral
Una sequía histórica no deja de azotar la región norte y centro de nuestro país.
Esto a su vez trae consecuencias en otras áreas del país, por ejemplo, provocando significativos daños en el litoral.
Tradición limonera e impacto climático
A la quema de montes frutales en Corrientes hace dos años, se sumaron las recientes malas cosechas.
Esto provocó, entre otras consecuencias inesperadas, un pedido de limones a Tucumán.
Acciones de este tipo representan un fuerte impacto. Efectos del cambio de las condiciones climáticas en provincias tradicionalmente limoneras como es el caso de Corrientes.
Mandarina en baja
Misiones fue, además, otra de las provincias afectadas por estos fenómenos.
Se informó una baja en la cosecha de mandarinas de ambas estaciones: tempranas y tardías.
Noroeste, cultivo de cítricos
Los últimos veranos en Salta, Jujuy y Tucumán se registraron como de los más secos en años.
Ante esta dificultad una opción válida para aplacar la sequía fue el riego complementario.
Sin embargo, la experiencia resultó más un paliativo que un reemplazo genuino de un fenómeno natural como lo son las lluvias.
Sequías y Noreste
La escasez de agua que reservan los pronósticos para el noreste, trajo lógicas consecuencias de arrastre para otras regiones.
Cabe mencionar el caso de las mandarinas y las naranjas del Litoral.
La suba del durazno
Últimamente el durazno, fruta acostumbrada al verano y su estación, se encareció significativamente debido a su escasez.
Muy lejos de poder abastecer exitosamente los locales y comercios de frutas, en este caso llegaron en muy escasa cantidad.
Los daños del cambio climático
El evento climático mostró efectos dañinos en ciudades clave como San Pedro, provincia de Buenos Aires.
En Mendoza las heladas se ocuparon de mermar notoriamente la producción.
Por su parte, el granizo y las duras heladas hicieron lo suyo afectando el Valle de Rio Negro.
Un problema real
Las principales regiones productoras de fruticultura y citricultura siguen padeciendo los embates del cambio climático.
Los daños en las provincias y el perjuicio ocasionado en ellas remiten a un problema histórico de producción y al ciclo de las cosechas.
Es por eso que tales antecedentes dejaron planteado así un problema real que es menester atender.
Prevención
La transformación en el ciclo de las temperaturas, el lapso cada vez menor de acumulación de horas de frío, y el aumento del comportamiento de las sequías son cambios que amenazan al cultivo de frutales en el presente.
Soluciones
Una serie de soluciones sustentables han ido apareciendo como receta frente a estas problemáticas.
Es el caso de la implementación de redes contra el granizo, riego suplementario, e, incluso, novedosas estrategias para atender y controlar los momentos de granizo.
Efecto dominó
Por eso es que el cambio climático y sus efectos inciden en todo el territorio argentino y también a escala mundial. Esto trae, por supuesto, coletazos en los mercados y su actividad.
Los especialistas insisten en la urgencia de una inversión tecnológica seria.