¿Cómo es el cultivo de tomate de alto rendimiento?

Este tipo de cosecha tiene una importancia enorme en la economía mundial, aunque su implementación no es tarea sencilla.

Herramientas, desafíos y estrategías productivas.

Clima y cultivo del tomate

Los tomates son, en realidad, plantas que se ven favorecidas por el sol y el calor.

Su temperatura óptima de cultivo oscila entre los veintidós y veintinueve grados.

Si bien el tomate y su cultivo pueden llegar a tolerar el frío, el mismo se detendrá. Y no verá progresos ni avances.

Las heladas pueden convertirse en un problema real para las tomateras que no están bien protegidas, y esto puede provocar su asolamiento.

Se necesitan temperaturas constantes

El cultivo de tomates de alta calidad se hace posible siempre y cuando las temperaturas que se registren en el ambiente sean regulares. 

Los frutos de mala calidad o la escasez de las cosechas se deben, en general, a las grandes variaciones de temperaturas en el ciclo de las cosechas. 

¿Cuáles son los momentos de cultivo?

Fines de primavera, o comienzos del verano, son las estaciones propicias para el cultivo del tomate en la mayoría de lugares del mundo.

La conclusión del invierno y la primavera entera son la estación central de cultivo en climas tanto fríos como moderados. 

¿Qué pasa con la humedad?

El parámetro ideal de humedad establecido para el cultivo de tomates es entre el sesenta y cinco, y el ochenta y cinco por ciento.

Una humedad por encima del ideal puede venir asociada a enfermedades y manchas, mientras que una humedad más baja puede generar frutos más pequeños de lo normal, deformes o vacíos.

El tema del agua

Las necesidades de la planta en lo que respecta al agua deben ser cubiertas. La humedad tiene que llegar en la medida suficiente para lograr una producción eficiente y adecuada. 

Las plantas de suelo arenoso es probable que necesiten más agua que las de suelo arcilla, ya que las primeras drenan a una velocidad mayor.

Lo que sucede con el suelo

La gran mayoría de tipos de suelo, salvo el arcilloso, propician el cultivo de tomates. El suelo ideal para esta clase de cultivo es el franco-arenoso.

El tomate y sus cuidados

Se trata de un planta que requiere cuidados continuos y constantes a lo largo de todo el año. Controlar el agua, el estado del suelo, y enfrentar tanto plagas como enfermedades son elementos claves para el éxito del emprendimiento.

Un regado prudente

El riego debe ser, entonces y fundamentalmente, sobre todo cuidadoso cuando se trata de cultivos en grandes espacios. 

Un riego descuidado o insuficiente pueden provocar que las hojas de la planta se marchiten, o, algo común, que padezcan de estrés por falta de agua.

 Las tomateras, dos principios de riego

Para conseguir un riego eficiente es clave considerar estas dos cuestiones.

Por un lado, la importancia de suministrar siempre agua a la base de la planta. Por otro, se trata de inundar a la planta, empapandola en profundidad en la tierra. 

Monitoreo inteligente

Existen sistemas de monitoreo que permiten un control regular sobre las plantas. Se trata de estudiar con asiduidad la humedad en la planta, y también de administrar el riego en las cantidades necesarias.

Análisis del suelo y fertilización calculada

Se trata de dos formas inteligentes de tener en cuenta, por un lado los efectos medioambientales y a la vez la eficiencia y optimización de los recursos.

Cuidado ante plagas y enfermedades

Representan, sin dudas, un desafío importante para optimizar el rendimiento productivo de este tipo de cultivos.

Las enfermedades más perjudiciales del cultivo que pueden mencionarse son marchiteces y después le siguen las foliares, y podredumbres.

El cultivo del tomate necesita un enfoque multifacético. 

Monitoreo e informes en tiempo real

Los sistemas de monitoreo ayudan a identificar problemas de plagas y enfermedades en tiempo real. 

Se puede trabajar con informes y reportes a distancia y en el momento. Logrando así llegar al lugar en el acto, y pudiendo también acceder a lugares a los cuales llegar físicamente no es tan fácil.

Alto rendimiento: precisión y anticipación

Problemáticas tales como las asociadas al cambio climático, sumado al uso de pesticidas y fertilizantes, pueden llegar a generar bajas en el rendimiento del tomate y disparar los costos de producción.

A la hora de obtener un alto rendimiento en los cultivos de tomate es vital darse cuenta de que una planificación detallada, tanto como una puesta en práctica precisa y cuidadosa son los dos momentos clave para lograr el éxito del cultivo.