Ante un escenario global en el que los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, tener cultivos protegidos se vuelve esencial.
Para lograr cultivos resilientes al cambio climático, hay empresas que ofrecen diferentes métodos o medidas protectoras.
En esa línea, las cubiertas Safe-D de Grupo Delsantek, por ejemplo, ofrecen soluciones innovadoras que promueven la sanidad del cultivo y optimizan la producción, enfrentando los desafíos del clima.
El Grupo Delsantek se posiciona como líder en la generación de agrosistemas sustentables que forman parte de la protección de cultivos, la gestión hídrica y el reciclaje. Sus servicios están pensados para enfrentar los desafíos climáticos y optimizar la productividad agrícola, ofreciendo soluciones innovadoras y ecológicas.
En ese sentido, los sistemas avanzados de fruticultura protegida permiten a los productores salvaguardar sus cultivos frutales de los eventos climáticos adversos, como granizo, heladas o golpe de sol. Mediante el uso de la plasticultura, proporcionan estructuras simples y robustas que no solo protegen la fruta, sino que también modifican el microclima, permitiendo optimizar las ventanas de cosecha.
Ejemplos de cubiertas protectoras
Uno de los productos que ofrece el mercado es el innovador sistema de cubiertas Safe-D con ventilación VENTO2 que permite la salida de aire caliente y húmedo atrapado en la parte alta del cobertor a través de unas perforaciones. Al mismo tiempo, no permite la entrada de agua.
Según especialistas, este sistema permite contar con mejores condiciones climáticas a través de una ventilación eficiente que es fundamental para la sanidad del cultivo, así como para producir la mayor cantidad y calidad de fruta.
Además, la reducción de los picos de humedad y calor por la entrada de aire fresco nuevo disminuye drásticamente la condensación sobre el film y reduce también el desarrollo de enfermedades fúngicas.
Las cubiertas especiales presentan una variación gradual de espesor y un ojal de PE termofusionado formando un solo cuerpo, lo que le confiere unas propiedades mecánicas extraordinarias y permite que resista vientos de más de 100 km/h.
Por otro lado, la alta transmisión de luz PAR (fotosintéticamente activa) y de luz UV (films UV-Open), combinado con niveles ideales de dispersión de luz, le dan al huerto condiciones de crecimiento óptimas, lo que se traduce en mayor calibre de fruta, mejor condición y mayor homogeneidad.
Ante este escenario, hay determinadas empresas que siguen invirtiendo mucho en el departamento de Investigación y Desarrollo.
Tipos de cubiertas vegetales
De acuerdo al objetivo y disponibilidad, podemos encontrar diferentes tipos de cubiertas vegetales:
- Cubiertas inertes
Tal como su nombre indica, son coberturas de las calles del cultivo con elementos no vegetales, como mantas térmicas o plásticos, o cubiertas vegetales, como los restos de poda triturados o cortezas de pino.
El uso de las cubiertas vegetales inertes, impiden la evaporación de humedad y la proliferación de malas hierbas. En el caso de las no vegetales, si bien son más costosas, en cultivos de alto valor, en zonas de gran presión de malas hierbas, cultivo ecológico o grandes restricciones hídricas, pueden ser una opción para adoptar. En el caso de las cubiertas inertes vegetales, el triturado de los restos de poda en las calles, suelen ser lo más utilizado.
- Cubiertas vivas
Son especies vegetales herbáceas, bien sembradas o espontáneas que cubren las calles entre cultivos. En este caso, la mayoría de los productores eligen las cubiertas espontáneas, aunque cada vez son más los que optan por utilizar cubiertas sembradas ya que les permiten elegir y gestionar sus beneficios y estacionalidad.
- Cubiertas con cultivos intercalares
Se denominan así a los cultivos con aprovechamiento que se plantan en las calles, como aromáticas.
En resumen, se puede decir que las cubiertas vegetales brindan múltiples beneficios al suelo y a los cultivos principales, su elección y su gestión es lo que hacen obtener el máximo rendimiento de ellas.
Asimismo, existen numerosas evidencias científicas que han cuantificado sus ventajas y se puede observar que se puede alcanzar una mejora en la aplicación de fertilizantes, del contenido en materia orgánica y del aumento del secuestro de carbono de hasta un 30%.
En todos los casos, el uso de cubiertas garantiza una reducción de la incidencia de malas hierbas, por la competencia generada y una regulación en los cambios de temperatura.
Teniendo en cuenta los numerosos beneficios, se pueden encontrar numerosos testimonios de productores que han podido evidenciar muchos aspectos positivos en sus explotaciones por la adopción de cubiertas vivas espontáneas. En esa línea, muchos agricultores han percibido una menor incidencia de malas hierbas, una mejora de la fertilidad del suelo y una mayor proliferación de polinizadores e insectos beneficiosos.