En un contexto climático complejo, donde la producción del agro está en suba, al mismo tiempo a ella se debe gran parte del deterioro de los recursos naturales. ¿Cómo es necesario encarar los obstáculos y desafíos que atraviesa el sector?
¿Qué entendemos por agricultura sostenible?
La agricultura sustentable consiste en un cuidado respetuoso con el entorno, y, además permite sociabilidad y ganancias.
Además, la agricultura ecológica transmite criterios de valor y confianza sobre el medioambiente.
Crecimiento y responsabilidades
Según el Banco Mundial, la producción agrícola en el mundo en determinados países alcanza el 40% de lo que ellos producen. Tales cifras sirven para aportar una envergadura de lo que significa la actividad agrícola a escala global.
Sin embargo, estos mismos logros ofrecen una contracara. Los daños en el medioambiente.
La agricultura contamina produciendo una importante cantidad de gases por efecto invernadero.
Se la responsabiliza, en definitiva, de alrededor del 20% de los gases que se producen en el mundo.
Control biológico
España, país adelantado en buscar soluciones sustentables a problemas de este tipo, siempre da señales que pueden ser problemas del futuro para otros países.
La industria agrícola española hace tiempo que ya aplica distintos métodos y medidas de control biológico, como puede ser la prevención de plagas.
Pasado químico, futuro sustentable
El uso fuerte de pesticidas y químicos había dañado las cosechas, al mismo tiempo que cubrió de restos y desechos a las hortalizas.
Desde la aplicación consciente y ordenada de métodos de control biológico, no sólo estas innovaciones convencieron muy rápido a la industria agrícola de la necesidad de su implementación y dominio, sino que además estimularon la producción.
Los tres tipos de cuidado medioambiental
Un artículo español de 2017 traza una historia de la agricultura sustentable. Para hacerlo menciona tres categorías de sostenibilidad: la del medioambiente, sin dudas, pero también una que implica lo social, y una económica.
Los tres tipos de cuidado del medioambiente son importantes, y los tres, además, están vinculados entre sí.
Nuestro mundo
Esencialmente el mundo que habitamos es agrícola. Muchas actividades centrales y bien jerarquizadas dependen de la actividad agrícola, como es el caso de las papeleras, la industria textil o la alimenticia.
Sin embargo, el peso específico que tiene la producción agrícola a nivel mundial, y su aumento que viene in crescendo con el tiempo, no son gratis.
Su costo es un duro revés para el planeta, son el 20% de la emisión de gases provocadas por efecto invernadero, y el consumo de un 70% del agua.
Nuevo mundo
A escala mundial la población registra saltos altísimos de crecimiento demográfico, esto significa que lo que debe aumentar en paralelo es la producción agrícola.
Esto plantea, por supuesto, una serie de preguntas: ¿qué clase de mundo se nos viene y estamos generando? versus ¿qué clase de mundo queremos?
La ONU y los cinco desafíos
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hay cinco desafíos para un mundo cuyo ritmo de producción parece inviable a futuro.
Estos cinco retos son: detener el deterioro de la tierra y mejorar la seguridad de los alimentos, administrar más racionalmente los recursos, reducir los efectos de la producción agrícola en el medioambiente, desarrollar controles más eficientes de las enfermedades, y potenciar políticas para el resguardo de la diversidad y la naturaleza.
La prioridad sustentable
Las bases de la agricultura sustentable son tres, y se ha vuelto importante prestarles atención tanto en su conjunto, como en un análisis por separado.
Se trata de los tres tipos de cuidado sustentable: el medioambiental, el social y el lado económico.
El cuidado respetuoso por el ambiente, la búsqueda de la rentabilidad, y la producción de elementos sociales, como por ejemplo las condiciones laborales y los derechos de los trabajadores.
Actividades que se sostienen en el tiempo
Muchas veces al mencionar el concepto de sustentabilidad se genera una confusión entre otros términos, como pueden ser la producción tanto ecológica como industrial.
Pero el concepto de sustentable es mucho más amplio. Se refiere a actividades que tienen la capacidad de durar y prolongarse en el tiempo. Como es el caso de la preservación de las especies, la biodiversidad, las enfermedades y plagas, la contaminación, el abuso energético o la escasez de agua.
Una respuesta poderosa ante el cambio climático
En este sentido, la sustentabilidad se propone como un vehículo posible para la protección y cuidado del medioambiente, implementando sistemas y estrategias a largo plazo para un nuevo mundo mejor.