A través del cultivo en pequeños espacios y parcelas definidas de campo se busca la máxima ganancia y sacar el mayor provecho a las cosechas. Sin embargo, una explotación sostenida de los recursos naturales es perjudicial.
Agricultura intensiva, ¿què es?
Su concepto apunta a optimizar rendimientos y resultados de la utilización de la tierra.
Para ellos, su puesta en práctica implica un uso justamente intensificado, enérgico, y directo de una variedad de herramientas y recursos, todas puestas al servicio de sacar mayor ganancias y réditos del cultivo.
Entre estos recursos y materiales que se utilizan para este tipo de cultivo hay que mencionar: el riego permanente, la utilización de maquinaria pesada, el uso de pesticidas y fertilizantes, la presencia de mucha mano de obra.
Beneficios de la agricultura intensiva
El beneficio principal es el alto grado de rendimiento y eficacia que este tipo de cultivo obtiene de la tierra.
Entre los que se destacan fundamentalmente las ganancias a nivel económico que representa para las empresas agrícolas, además de, por supuesto, la significativa abundancia de alimentos que las cosechas proveen.
Se trata de maximizar los resultados en el menor espacio posible. Y, en ese sentido, la agricultura intensiva saca muchas ganancias y beneficios, sobre todo en lo que respecta a la economía y los alimentos.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Este contexto de ganancias y beneficios no es gratuito. Si no que tiene un costo, que es el costo mismo de la explotación sostenida de la tierra, y un uso muchas veces agresivo de los recursos naturales.
Entre las consecuencias más importantes cabe mencionar fenómenos tales como la deforestación, la resistencia a los químicos por el lado de las malezas y plagas, deterioro del suelo, destrucción de los ambientes naturales, entre otros.
Si la agricultura intensiva no considera el impacto que ella tiene en el cambio climático, además de la incorporación de conceptos sostenibles a sus prácticas, ya han quedado demostradas muchas de sus consecuencias.
El problema de la deforestación
El cultivo intensivo sin medidas de cuidado y protección ambiental conduce al deterioro y daño del suelo.
Esto, a su vez, hace que los agricultores salgan a buscar más tierras para su explotación.
Acá es donde aparece el fenómeno de la tala de bosques y sus consecuencias.
¿Qué pasa con las plagas y malezas ante los productos químicos?
El uso abusivo de pesticidas y fertilizantes en el cultivo intensivo genera su contracara, el desarrollo de especies más fuertes y resistentes, tanto de tipos de plagas y de malezas.
Ante esto, se hace muchas veces un uso poco controlado de los químicos, mientras baja su eficiencia, al ritmo que se dañan significativamente los suelos.
Deterioro del suelo y daño de los hábitats
Hacer un uso abusivo e indiscriminado de la tierra, sin considerar su cuidado o períodos de descanso, que impliquen cierto reposo, producen efectos negativos en el suelo.
Algunos de los más significativos, son la erosión, además del agotamiento.
Asimismo, la tala y la demanda permanente de expansión, y búsqueda de nuevas tierras fértiles trae consecuencias en los hábitats naturales de la flora y fauna.
Ellos se ven afectados en su espacio, y tienen que adaptarse a la nueva situación para lograr sobrevivir. Se trata de consecuencias directas sobre la biodiversidad.
Agua, cambio climático, y salud
El uso poco controlado de químicos, que además es sostenido en el tiempo, provoca una contaminación del agua, afectando sus niveles subterráneos y las capas más profundas.
La agricultura intensiva y sus métodos son uno de los principales responsables de los efectos sobre el cambio climático.
¿Qué pasa con la salud de las personas?
El abuso de químicos en el suelo puede traer consecuencias en la salud humana.
Más allá de estos riesgos, la agricultura intensiva acarrea otros a nivel social.
Como, por ejemplo, trae desventajas económicas y laborales. Al incrementar el uso de máquinas y tecnología disminuye el trabajo humano.
Un enfrentamiento actual
A la vez, se presenta un enfrentamiento actual de relevancia.
La agricultura intensiva reduce sus costos y ofrece precios más competitivos que los que tienen los de la agricultura sostenible.
Sin embargo, estos si bien son un poco más caros, también son más seguros y confiables.
¿Qué pasa hoy con la agricultura intensiva?
Si bien se sigue desarrollando en su modelo clásico, es un hecho el borramiento cada vez mayor de la frontera entre agricultura intensiva y extensiva.
Muchas empresas agrícolas hoy hacen una mezcla, una combinación entre las prácticas intensivas y extensivas.
Atendiendo así las necesidades productivas, a la vez que la de la situación climática.