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¿Cómo es la producción de tomate en invernaderos ecológicos?

Si bien en nuestro país, la mayor parte de la producción se da a través de las formas tradicionales, la implementación de invernaderos va en aumento.

El tomate y los invernaderos

A diferencia del campo abierto, que es la forma tradicional del cultivo, el invernadero presenta sus particularidades.

¿Cuáles son las características del cultivo en invernadero?

El cultivo de tomate es exigente. Por lo que el invernadero se ofrece como una tecnología para optimizar el rendimiento de los cultivos, mientras se hace frente a los cambios climáticos.

Los tomates suelen crecer en temperaturas, por lo general, cálidas y templadas. Por lo tanto, el cultivo en invernadero se ofrece como una opción ideal.

Lograr la temperatura justa y adecuada es uno de los aspectos clave.

El tomate y sus variedades

Si bien hay un enorme repertorio de variedad de tomates, las que resultan más productivas o provechosas para el cultivo en invernadero son:

Caramba: Es de los más productivos. En su cosecha suele ofrecer grandes tomates, precoces y rendidores.

73-36: Se trata de una variedad que promete una alta productividad. También poseen buen tamaño, y, sin embargo presentan dificultades a la hora de la recolección, sobre todo debido a su denso follaje.

Antillas: Aparece como una alternativa interesante. Sobre todo valoradas a partir de su rico sabor. Si bien acostumbra a dar frutos pequeños, estila también un carácter productivo además de precoz.

Cabrales: Promete asimismo buena productividad. Aunque presenta como desventaja la demora y su tardanza en volverse fecundo.

Temperatura ideal, ¿cómo obtenerla?

Una de las principales ventajas de los invernaderos es que permiten controlar la temperatura.

Se estima que para propiciar las condiciones indicadas para los tomates, estos deberían estar, entre los 21 y los 27 grados por el día, y los 16 y los 18 grados, durante la noche.

Otro factor clave, es la humedad. Se recomienda que esta sea, al menos idealmente, de alrededor del 90%. 

El sustrato y su uso

Los sustratos son clave a la hora de potenciar el suelo y su uso en los invernaderos. 

Se trata, además, de que circule el agua y el oxígeno en buenas proporciones.

El recurso del riego

Se recomienda el sistema de goteo, aunque existen otros métodos. 

Los beneficios de esta modalidad van desde la eficiencia al ahorro. Contemplando así todo el panorama climático y económico que atañe al presente.

¿Cuándo cultivar tomates en invernadero?

Si bien no hay un momento exclusivo, existen recomendaciones.

Los especialistas sugieren hacerlo entre el otoño y los primeros días de la primavera.

Flujo de aire

Es importante generar una fluidez del aire, ya que los microclimas pueden generar problemas.

Un constante y dinámico movimiento de aire favorece un flujo coherente. El cual logra expandirse a todo el cultivo del invernadero, y mantener una unidad de temperatura.

Contra la humedad

Un consejo es evitar que las plantas se humedezcan y se mojen. 

Se trata de evitar así la presencia y desarrollo tanto de moho como de hongos que crecen en ambientes húmedos, y favorecidos por zonas de abundante agua.

Ante esto, aparecen dos soluciones ante esta dificultad. Por un lado, el sistema de irrigación, y por otro, el de alta humedad.

Aislamiento y calor

Se trata, entonces, de usar el aislamiento a favor y evitar así fugas de calor.

En este sentido el cuidado y la administración de energías es uno de los mayores retos de los invernaderos, entiendo a estos como la agricultura que se desarrolla, antes que nada, en ambientes cerrados.

Deshumidificación

Hace muchos años, los agricultores abrían el invernadero con el fin de ventilar, expulsando así la humedad.

En la actualidad los trabajadores y empleados de los invernaderos logran con éxito conservar cerradas las instalaciones, eliminando de esta forma la humedad.

Entre las ventajas de los invernaderos modernos, estas se traducen en un mejor rendimiento de los cultivos, un aumento de la calidad de los tomates, y una baja considerable en la utilización de químicos y fertilizantes.

La preparación del suelo

Son pocos pasos. Un cuidado y detallado análisis de las condiciones del suelo, incorporación de compost y materia orgánica, sumado a, por último, la entrada de aire al invernadero.

¿Cómo cuidar al tomate de invernadero?

Desde el riego y el aire adecuado, hasta los cuidados y prevención de males y enfermedades, el cultivo de tomates en invernadero atraviesa por una etapa interesante.

En la misma, las innovaciones tecnológicas sustentables juegan un rol clave.